Metodologias

Terapia sistémica

La terapia sistémica es un enfoque terapéutico que se centra en las relaciones y los sistemas sociales en los que las personas están involucradas, como la familia, la pareja, el trabajo y la comunidad. Considera que los problemas emocionales y psicológicos de un individuo no se pueden entender ni tratar de manera aislada, sino que están influidos por las dinámicas y patrones de interacción dentro de su sistema.

Se parte de la premisa de que todo sistema está compuesto por diferentes partes interrelacionadas y que cualquier cambio en una parte afecta a todas las demás. Por lo tanto, se pone énfasis en comprender cómo las personas se influyen mutuamente, cómo se comunican y cómo se desarrollan los roles y las dinámicas dentro del sistema.

La terapia sistémica es un enfoque que se basa en los fundamentos teóricos del paradigma sistémico, que surgieron en los años 60, los cuales se inspiraron en disciplinas como la cibernética, la teoría de la comunicación humana, la ecología y la teoría de sistemas.

¿Qué objetivo persigue la terapia sistémica?

Uno de los principales impulsores de este enfoque fue Ludwig Von Bertalanffy, un biólogo y filósofo austriaco que desarrolló la Teoría General de Sistemas. Él fue quien introdujo el concepto de sistema como «un complejo de elementos interactuantes» y lo aplicó al campo terapéutico. Al mismo tiempo, el antropólogo Gregory Bateson y su equipo del Hospital de Palo Alto, realizaron contribuciones fundamentales para el inicio de la terapia sistémica.

Se analizan cómo las relaciones familiares, pasadas y presentes, afectan el equilibrio emocional de la persona, con el fin de desarrollar los cambios necesarios. El terapeuta desempeña un papel activo, utilizando una variedad de procedimientos y técnicas objetivas de intervención. A través de ejemplos y hechos, se ayuda a los pacientes a percibir mejor sus interacciones en diversas relaciones y se movilizan sus recursos para lograr sus objetivos en el menor tiempo posible. El terapeuta brinda al paciente las herramientas que necesita, para mejorar su interacción con el sistema en el que están inmersos y promover su bienestar emocional.

El terapeuta sistémico trabaja de manera colaborativa con los individuos y los miembros del sistema para identificar y cambiar los patrones disfuncionales o problemáticos. Se busca fomentar la comunicación abierta y honesta, promover la empatía y la comprensión mutua, y facilitar la resolución de conflictos.

La terapia sistémica se basa en la idea de que los problemas de una persona pueden ser el resultado de interacciones disfuncionales o desequilibradas dentro de su sistema. Por lo tanto, se presta atención no solo a los síntomas individuales, sino también a las interacciones y dinámicas relacionales que los rodean.

Este enfoque terapéutico se aplica en una variedad de contextos, incluyendo terapia familiar, terapia de pareja y terapia individual. Es especialmente útil para abordar problemas familiares, conflictos de pareja, dificultades en la crianza de los hijos, trastornos alimentarios, adicciones y otros desafíos relacionales.

La terapia sistémica se centra en promover el cambio a través de la comprensión de los sistemas en los que las personas están inmersas. Se busca fortalecer los vínculos y las relaciones saludables, mejorar la comunicación y fomentar un ambiente de apoyo y bienestar emocional para todos los miembros del sistema.

En resumen, la terapia sistémica es un enfoque terapéutico que considera a las personas como parte de sistemas sociales más amplios. Se enfoca en comprender las dinámicas relacionales y busca promover cambios positivos en los sistemas para mejorar el bienestar emocional y psicológico de los individuos involucrados.

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