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Todos hemos estado allí: esa situación en la que no podemos dejar de darle vueltas a algo.
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La reacción cuando nos preocupa algo es pensar. Pensar para resolver. Eso funciona y por este motivo utilizamos este mecanismo de defensa a menudo. Sin embargo, como todo, lo que funciona casi siempre, también nos puede fallar. Cuando a la preocupación se le añade el miedo a no resolver, aparece el Sobrepensar.
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Es como si nuestra mente entrara en un bucle infinito, repitiendo una y otra vez los mismos pensamientos y preocupaciones. Puede ser una conversación que tuvimos, una decisión que tomamos o incluso algo que tememos que pueda suceder en el futuro. Este patrón de pensamiento, conocido como sobrepensamiento, no solo nos roba la paz mental, sino que también puede tener un impacto significativo en nuestra salud emocional y física.
En este post, te daremos algunos consejos sobre cómo dejar de sobrepensar, para que tengas un poco mas de paz mental.
Primero, es esencial ser consciente de cuándo estás sobrepensando. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero intenta llevar un diario donde anotes tus pensamientos recurrentes. Al escribirlos, puedes empezar a notar patrones. ¿Hay ciertos temas que siempre vuelven a tu mente? ¿Son estas preocupaciones realistas o están exageradas?
Se trata de enfocarte en el presente, en lugar de preocuparte por el pasado o el futuro. Comienza con ejercicios simples de respiración. Siéntate cómodamente, cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Cuando tu mente divague, gentilmente tráela de vuelta a tu respiración. Con la práctica, notarás que es más fácil mantenerte en el presente.
Cuando el pensamiento negativo aparece, dejarlo entrar para después invitarlo a salir, hasta verlo lejos, cada vez más pequeño. Se puede utilizar la imaginación para, incluso, empequeñecerlo cada vez más, hasta convertirlo en un punto que se irá difuminando hasta desaparecer.
Rompe el bucle mental posponiendo tus pensamienos a una hora del día que elijas. Reserva cada día un espacio de tiempo de 30′ para ir a buscar el pensamiento y escribir detalladamente y literalmente lo que te surge hasta que termine el tiempo. Ponte una alarma y llena la media hora de ese espacio en ir a buscar ese pensamiento que te invade: eso es “sacar al oso de su osera”.Cuando ese tiempo termine, vuelve a tus actividades cotidianas, sabiendo que tendrás otro momento para pensar en ello más tarde.
¿Te has preguntado si tus preocupaciones son realmente probables? A menudo, sobrepensamos escenarios que nunca sucederán. Pregúntate: “¿Qué es lo peor que podría pasar?” y “¿Es esto realmente tan malo?” También ayuda hablar con alguien de confianza que pueda ofrecerte una perspectiva diferente y más objetiva.
A veces, la mejor manera de evitar el sobrepensamiento es mantenerte ocupado. Encuentra actividades que disfrutes y que te mantengan enfocado. Esto puede ser cualquier cosa, desde hacer ejercicio hasta aprender una nueva habilidad. La clave es mantener tu mente ocupada en algo positivo y productivo.
No subestimes el poder de hablar con alguien. Puede ser un amigo, un familiar o un terapeuta. Expresar tus pensamientos en voz alta puede ayudarte a verlos desde una nueva perspectiva y aliviar parte del peso emocional. Además, recibir apoyo y consejo puede ser increíblemente valioso.
Existen muchas técnicas de relajación que pueden ayudarte a reducir el sobrepensamiento. La meditación, el yoga y la respiración profunda son solo algunas opciones. Encuentra la que mejor funcione para ti y conviértela en parte de tu rutina diaria.
Implementa estas estrategias y descubre cuál funciona mejor para ti. Recuerda, la clave está en ser amable contigo mismo durante el proceso.
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