¿Cómo puedo saber que mi hijo es hiperactivo?

Básicamente deberíamos darnos cuenta de que puede haber un problema con nuestros hijos cuando, ante cualquier cosa que intentamos, no logramos las respuestas adecuadas.

En principio los padres, para resolver los conflictos con sus hijos, utilizan recursos que se basan en el  sentido común. Estos recursos suelen funcionar porque los niños quieren satisfacer a los padres; así reciben, a su vez, una respuesta afectiva favorable.

Pero, si lo que desea mi hijo es que yo le muestre lo contenta que estoy con él, cómo me gusta lo que él inventa, explica, hace ¿ Por qué no me es posible lograr que haga lo que le pido?¿ Por qué se enfada siempre en seguida ante un “NO”, me insulta y llega a patearme, hace rabietas, grita y da portazos? ¿Por qué no me escucha cuando le explico las cosas con paciencia y no me mira?

Yo escucho  a otras mamás que explican cómo sus hijos se sientan y hacen los deberes, y les gusta! Cómo son capaces de jugar tranquilos durante largo rato, mientras ellas pueden hacer la siesta los fines de semana…

Yo tengo que perseguir a mi hijo, después de un día de trabajo, e intentar convencerle para que se siente –conmigo- para hacer las tareas…. Luego tengo bronca mientras las hacemos porque las hace rápido y de forma descuidada, y tiene que repetir o corregir alguna cosa.

Me siento incapaz de disfrutar de mi hijo, porque todo es muy pesado: 

  • Irle detrás para preparar la mochila del colegio.
  • Perseguirlo para que se vista, se lave y desayune siguiendo el ritmo de las mañanas (lo que provoca enfados y nervios).
  • No logro que esté sentado durante las comidas.
  • Todo el día hace ruido y no para de correr por toda la casa.
  • Sufro pensando que se hará daño porque puede meterse en lugares impensables!
  • Ir de recados con él es imposible: siempre acaba mal!

Siento que no soy capaz de gestionarlo y me desborda.

La relación con un niño hiperactivo es difícil porque el niño no es capaz de contener y regular su actividad física y mental. Suele ser un niño inmaduro que necesita aprender a hacerlo y, hasta que lo consigue, es el adulto el que tiene que ayudarle a contener la hiperactividad.

 

PROPUESTAS PARA GESTIONAR LA HIPERACTIVIDAD EN CASA

El niño hiperactivo suele tener baja autoestima porque , desde siempre, se le suele amenazar con castigos. Escucha cómo los mayores están cansados de su movimiento, de sus enfados constantes, de sus descuidos, de la poca capacidad de autocontrol emocional ante las diversas situaciones que se le presentan. La impulsividad es una de las características del niño hiperactivo

 

El espacio de juego libre con tu hijo resulta un reforzante buenísimo para su autoestima.

 

Jugar a propuestas que debe hacer el niño, y divertirse con ellas (imprescindible!) envía al niño el mensaje de que él es capaz de inventar y/o hacer cosas que divierten a alguien muy importante para él. Este mensaje resulta muy potente a nivel inconsciente. Con él, el niño puede comenzar a creer en sí mismo y comienza a darse una oportunidad. A lo mejor no es tan incapaz de hacer algo que guste a alguien! 

Con el juego diario con el padre o con la madre, el niño siente plena su necesidad afectiva, y después está más predispuesto a responder a las demandas de rutinas de los padres.

 

El niño hiperactivo necesita “rutinizar” sus hábitos; para conseguir que pueda funcionar de forma adecuada por las mañanas (vestirse, lavarse, desayunar..) a tiempo, el registro de tareas es algo que suele funcionar. 

El Registro de Tareas funciona únicamente si:

  • se planifica y se fabrica con el niño 
  • se hace sobre dos o tres objetivos, como máximo
  • se es constante y no se deja de utilizar antes de tiempo

El niño tiene que tener muy claro para qué sirve. 

No suele utilizarse con niños mayores de nueve años porque no les motiva. Si se ha practicado de pequeños, ya estará incorporado de cara a futuro!

 

“Quiero que me haga caso!”

A menudo en casa nos dirigimos al otro, incluso a los niños pequeños, de una habitación a otra, sin que nos vean, cuando les damos una orden. Si en general a los niños pequeños ya les resulta difícil atender a una orden, al niño con TDAH mucho más.

Conviene acordarnos de que tiene dificultades para atender y ejecutar la orden dada; si además no nos ve cuando le estamos hablando, le resulta más complicado. Ayuda situarnos delante suyo, que nos mire y, cuando estamos seguros de que está por nosotros, darle la orden que esperamos que cumpla. El tono de la voz es también importante; tiene que oírse firme y seguro. No es necesario gritar. Es decir, gritar es lo peor que podemos hacer con este tipo de niños, ya que lo excitamos más, y va a ser más difícil lograr de él lo que deseamos.

 

Conocerse a sí mismo y empatizar con el otro.

La impulsividad y actividad excesiva interfieren en el conocerse a sí mismos y a comprender cómo se sienten. Por lo tanto, les resultará más complicado ponerse en el lugar de los demás.

Una buena ayuda para eso es  concienciarles de lo que sienten y enseñarles a relacionar sus reacciones con la emoción y la situación que le ha provocado esa reacción.

Cuando hacen una pataleta, o más mayores, cuando insultan y agreden al adulto que les ha provocado la frustración, es conveniente explicarles el porqué se sienten así.

Cuando tienen que ir a dormir y están viendo TV, los padres les quitan ese placer y ellos se frustran. Su reacción inmediata va a ser explosiva. Gritan e insultan al adulto que ha cometido tal sacrilegio. Ese adulto tiene que prever, porque ya conoce al niño, que pasará eso, o sea que ya puede preparar la respuesta: hay que explicar que comprende que está muy enfadado porque se le ha negado ver un programa de TV y  lo estaba pasando bien, pero tiene que ir a dormir. Si no se puede dar la explicación enseguida, conviene esperar el rato que sea conveniente, delante del niño, a que baje su nivel de enfado y se calme un poco, para después aplicar la consigna:”Comprendo que estás muy enfadado porque…. pero….” 

 

La prevención de situaciones conflictivas suele ayudar. 

Cuando planificamos pasar el día fuera de casa y queremos comer en un restaurante, es conveniente ir a un lugar que sea adecuado para niños, y en donde estén acostumbrados a atenderlos. Así no habrá problemas si nuestro hijo excesivamente activo se levanta de la mesa sin razón justificada, o entra y sale del comedor. Mejor aún si hay jardín en el que se pueda jugar!

Es conveniente también explicar al niño adonde vamos y lo que se encontrará; podemos avisarle de lo que podrá hacer y lo que deberá evitar.

Cuando vamos a comprar, mejor ir a tiro fijo. Con el/la niñ@ hiperactiva los márgenes de contención son cortos, por lo que es adecuado ir con él/ella a un lugar y resolverlo rápido. Asimismo,  explicar antes adónde vamos y para qué nos ayudará a efectuar una compra más tranquila. De este modo, se podrá preparar y prevenir su excesiva energía.

Explicar con claridad lo que vamos a hacer y cómo, adelantar opciones para que cuando haya dificultades  puedan pedir ayuda a los adultos, o  puedan autorregularse usando recursos como el que aparece en el siguiente cuento basado en la teoría de Schneider y Robin (1990).

El cuento de la Tortuga puede ayudar a autorregularse ante la frustración:

-Lee el cuento: http://bit.ly/ACCIOtortuga

-Visualiza el cuento:El cuento de la tortuga

Adapta esta historia a tu hijo o hija, según su edad: 

Para niños más mayores puedes reconvertir el cuento: ¡Creatividad al poder! La tortuguita puede ser un personaje de alguno de sus dibujos animados preferidos, el protagonista de una película que le encanta o incluso, si los videojuegos han entrado en casa, los podemos usar a nuestro favor utilizando la figura con la que se identifica. Puede ser un personaje que tenga una capa mágica en donde se pueda esconder, o que construya cosas que pueda ayudarle a protegerse , que tenga una armadura o un  sombrero… Cualquier cosa que pueda sustituir al caparazón de la tortuguita y que encaje con la edad e intereses del/la  niño/a nos va a ser de gran utilidad. 

¡Seguro que tenéis estos u otros recursos geniales desde vuestras ideas, implicación y experiencia! Si lo queréis compartir con nosotros os lo agradecemos, seguro que vuestras creaciones y estrategias ayudan a otras familias también.

 

Esperamos que este artículo te haya ayudado.

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